No sé qué pensar de mí a veces. Las ideas que me vienen cada vez que la miro no son propias de mi carácter, o al menos eso siento. No me creo de verdad tan depravado, en serio, pero cuando llega algo así a mi mente no puedo sacármelo. Ya me imagino qué pensaría la gente si se lo comentara, me apuntarían con el dedo, o saldrían corriendo. Sin embargo, me lo aguanto. Sé que no soy así, es algo que tengo dentro y ya.
Pero cuando la veo a ella, se me viene lo peor a la mente. Cuando estoy en la cocina, si tomo un cuchillo y la veo, aunque sea sin querer
No, no lo he hecho. Pero l
El pasado puente fui dar una vuelta por el Louvre. Encontré un billete de avión casi regalado en Internet, de Biarritz a París. Biarritz no está lejos de mi casa y hacía tiempo que no respiraba aire cultural con mayúsculas.
París... Un café, la nieve... ¡De postal! París es magnífica con un manto blanco y su atmósfera es, si cabe, más evocadora con ello. Todos debemos respirar París al menos una vez.
Aunque yo tenía prisa, disfrutar del Louvre exige su tiempo y sólo disponía de tres d
¡Te cogí!
Soy consciente de que puedo meterme en un barrizal, pero en fin...
Observo con una sonrisa la preocupación de muchs (https://www.deviantart.com/s) compañers (https://www.deviantart.com/s) por no incluir en sus escritos alguna palabreja que pueda suscitar equívocos o malinterpretaciones en tierras americanas. Entre estas palabras sin duda la reina es "coger", por las connotaciones erótico-festivas que el verbo en cuestión tiene por allí. Pero no en todos los países, en algunos están en nuestra misma disyuntiva. Están —estamos— acojonadicos de utilizarla y preocupados por si alg
Welcome to the jungle by Colacao-Warrior, literature
Literature
Welcome to the jungle
Introducción para El Patio de la casa de mi Tío,
nada le precede a esta historia excepto las bases.
La que habla es la niña mayor.
Tras pocos días de que nuestros padres nos dejaran en casa de nuestro Tío y que este solo apareciera y nos hablara para darnos la comida en nuestra habitación; decidimos dejar el miedo aparte y empezar a inspeccionar la casa.
Nuestro Tío nos había impedido visitar algunas habitaciones que decía que eran de trabajo y el patio de la casa, pero daba igual, por que la casa era tan grande que podíamos entretenernos varios días sin tocar aquellos s
Hoy es un buen día
«Un buen día es aquel en que uno no se quita el pijama». Lo leí mientras abandonaba la computadora, me preparaba para salir y era la firma de un forero más que vago, así que achaqué la expresión a una muestra más, entre todas las usuales, de flojera crónica con la que parecía vivir ese pasivo sujeto. No es para mí, pensé, un buen día es sólo aquel en que sales, haces cosas, y disfrutas de la vida, del exterior, aunque sea dentro de una mundanal ciudad. Sentenciado estaba. No cabía dudas.
Es horrible salir a ciertas horas, cuando la
Celsius 232,7. Viéndote por la ventana
El otro día, desde la ventana de mi habitación, conseguí verte, me parecía increíble que estuvieras en la calle, bajo la lluvia, permitiendo que el agua cayese por tu cara, tomando el conocido néctar que emana de las nubes. Debiera estar ahí, contigo, en esa sucísima pulcra blanquitud de la calle.
Pero no puedo, algo me lo impide, estoy acá, lamiéndome las heridas, deseando salir a pasear contigo, recoger los dientes de león, contemplar los nogales, observar a la gente, vivir esa locura que hace la verdadera felicidad, oír las historias d
Antes podía escribir lo que sentía, no me sentía limitada. Ahora, todo es distinto, el terror y la obligación a que sea leído, cerró lo último que quedaba. Atrapada, siempre observada. Ojos humanos y miradas fantasmas. Un vacío jamás cerrado, por siempre sellado. Oculto en un triste olvido, mientras refulgen ante mí letras incandescentes, personas inexistentes, llenando el vacío. Sintiéndome presionada, incapaz de avanzar un paso más. Siempre cansada, cada vez más atrapada. Viviendo el pasado, mientras pierdo un futuro. Sin posibilidades de vivir el presente. Todo se corroe, se desangra, y me río de este vacío ridículo. Ya no sostengo miradas
Un día como otro cualquiera...
Llovía. No. No llovía. Deseaba que lloviese. Pero no llovía. Lamentable, el clima ni siquiera me quiere ayudar creando ambiente. Siempre vemos cómo llueve en una situación dramática o terrorífica. Esta es las dos cosas, pero el sol brilla. Jodido sol.
La vida no es un relato, puesto que no tiene orden. Ni acompañan los escenarios, como decía hace un momento. Estoy sangrando, mareado, en un puñetero callejón, y el sol brilla, se escucha la alegría de la gente en calles repletas, a no más de cien metros de donde estoy. Lo único que mantie